Page Summary

  • Porn obscures the personhood of the one being viewed and rips a limited aspect out of the person out of its proper context.
  • Pleasure accompanies the action early on, but it eventually gets replaced by a kind of habituation that steals freedom from the viewer.
  • Unlike other service industries, where a person might deliver an object of consumption, in the sex industry the person itself is forced to be the object of consumption.
  • Freedom from porn is possible.
Q

¿Están bien las actividades sexuales a solas?

No.

Ok, pero ¿qué significa eso realmente?

Samuel admiraba a Gabriel desde que eran niños. Aunque Gabriel le había mostrado pornografía cuando tenía nueve años, no le pareció que hubiera nada raro en ello. Era simplemente lo que los chicos hacían por su cuenta cuando crecían. Se sentía muy bien y no le hizo daño a nadie,1 entonces, ¿cuál podría ser el problema?

 

 

 

 

It did hurt somebody.

Sí, le hizo daño a alguien. Hizo daño a la persona que Samuel vio e hizo daño a Samuel mismo. Primero, considere a la otra persona. Incluso si ella consintió libremente,2 Samuel no se relacionaba con ella como persona, sino sólo como un objeto destinado a provocar una reacción visceral en él. Si un objeto inanimado pudiera haber producido el mismo resultado, Samuel podría haber optado por eso. El problema no es que la pornografía muestre demasiado, el problema es que muestra muy poco. Oculta el valor de la persona observada y saca de contexto un aspecto limitado de su ser.3 Hay una razón por la que los espectadores desactivan el sonido.

También hizo daño a Samuel, haciéndolo menos libre y más aislado. El acto de masturbarse y la pornografía que lo acompaña no servían ni a los propósitos unitivos ni a los procreativos del sexo. ¿Cómo podrían hacerlo si solo lo involucraron a él? Las repetidas instancias condicionaron a Samuel a priorizar su propio placer, sin tener en cuenta el bienestar de la otra persona.4 Tanto en los hombres como en las mujeres, la actividad sexual a solas hace que la facultad de orientarse hacia el otro vuelva contra sí misma.

Además, la actividad está condenada al fracaso incluso en sus propios términos.

Considere cualquier actividad que haya descubierto que le hizo sentir bien. Podría ser tan bueno como subirse a una montaña rusa o tan malo como una carrera callejera. Es posible que haya regresado a esa actividad con la esperanza de obtener el mismo placer, y tal vez incluso el placer haya superado la primera vez. Pero tarde o temprano, cada regreso a esa actividad hacía más difícil sentir el mismo nivel de placer. Cuanto más a menudo se busca una actividad por placer, menos placer produce. La experiencia es tan común que la disciplina económica depende de ella como ley básica: la disminución de la utilidad marginal. La bondad objetiva no disminuye de esa manera.

¿Qué pasa con el placer que desaparece en una actividad repetida como ésta? En lugar de producir un sentimiento positivo cuando la actividad está presente, las instancias repetidas producen sentimientos negativos cuando la actividad está ausente. Este sentimiento negativo que obliga a alguien a volver a la actividad es una especie de habituación o, en ejemplos más pronunciados, adicción. Cuando se trata de hábitos compulsivos de gratificación sexual, el individuo pierde la libertad de elegir otra cosa. Los hábitos lujuriosos nos prometen placer, pero nos condenan a la prisión.5

Pornography Habituation Chart
man covering his face

Ustedes han oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio’. Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.

Jesús de Nazaret, Mateo 5, 27-28

1) Numerosos datos muestran cómo la pornografía en línea aparentemente inofensiva daña la salud mental en general, causa adicción, cambia las conexiones de la psicología humana para devaluar a los miembros del sexo opuesto (incluyendo un futuro cónyuge), apoya la pornografía de menores de edad y sostiene la trata de personas, pero esta página se centrará principalmente en el mal intrínseco de la actividad en sí.

2) Muchos de los que participan en la industria de la pornografía son coaccionados, por lo que ni siquiera la presunción de consentimiento está garantizada.

3) Incluso si aceptara libremente ese costo, no cambiaría el hecho de que es un costo que ninguna cantidad de pago transaccional puede compensar adecuadamente.

4) Esta consideración se limita a los casos en que se eligen deliberadamente actos de estimulación genital. En los casos de la llamada “emisión nocturna” u “orgasmo del sueño”, no hay culpa ni pecado, porque la persona no ha usado la facultad de la razón para elegir la acción. De la misma manera, si la persona ya está obligada por un hábito existente, la falta de libertad para elegir no cometer la acción disminuiría al menos parcialmente la culpa por el pecado cometido. En ese caso, sin embargo, la persona en cuestión tendría la responsabilidad de buscar ayuda a largo plazo para sanar del hábito. Los recursos de este sitio web pueden resultar especialmente útiles.

Pero ¿no es la industria del sexo como cualquier otra industria que proporciona un servicio a través de la actividad corporal?

Después de todo, los camareros de los restaurantes también utilizan sus cuerpos para satisfacer una necesidad biológica y placentera. Pero en esta analogía, el camarero no es comparable con un actor porno. El camarero entrega el objeto de consumo, pero no es él mismo el objeto de consumo. El actor porno es comparable a la comida.6

¿Por qué nos importa lo que hacen los adultos en la privacidad de sus hogares?

No es así. Depende de cada persona navegar por la vida moral con sus altos y bajos. Pero es mucho más difícil cuando no sabe uno qué camino tomar. No estamos presentando un caso para prohibir legalmente ninguna práctica, sino solo una demostración del carácter intrínsecamente inhumano de la masturbación. Las personas como Samuel necesitan reconocer que están en prisión si algún día van a ser liberados. Y la libertad es posible.

5) La pornografía y la masturbación no sólo se vuelven menos placenteras con la repetición, sino que también impactan de manera significativa la capacidad de una persona para participar en una actividad conyugal ordinaria.

6) Lo mismo ocurre con la prostitución, por lo que la culpa suele ser mayor para quien paga la prostitución que para quien la proporciona. Consulte el Catecismo de la Iglesia Católica 2355: “La prostitución atenta contra la dignidad de la persona que se prostituye, puesto que queda reducida al placer venéreo que se saca de ella. El que paga peca gravemente contra sí mismo: quebranta la castidad a la que lo comprometió su bautismo y mancha su cuerpo, templo del Espíritu Santo”.

waiter carrying food

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