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- There is no self-made man. The existence of any human being begs the question of how he or she came into existence.
- To do away with family considerations is to do away with the individual itself.
- The many kinds of brokenness in families shouldn’t lead us to erase the importance of the family, but rather to acknowledge family wounds
- Call your mother!
¿Puede entenderse a una persona individual sin relaciones familiares?
No, la consideración de cada persona implica necesariamente la familia de esa persona.
Ok, pero ¿qué significa eso realmente?
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David no había visto a sus padres en tres años. No fue solo por la pandemia. Simplemente sentía que no necesitaba verlos. No tenía nada en común con ninguno de ellos y definitivamente no quería estar cerca de su negatividad. Además, había hecho amigos que reflejaban quién era él y lo apoyaban, lo que hizo que los días festivos fueran mucho más fáciles de aguantar. Quizás podría simplemente… mantener su vida así. ¿Realmente necesitaba identificarse como miembro de una familia biológica si había encontrado su grupo de amigos?
Consideremos la posibilidad de que podamos entender a un individuo sin relaciones familiares. Si se observara a una persona aislada de otras durante un tiempo ilimitado, se podría aprender mucho. En ningún momento, sin embargo, sería posible saber cómo surgió ese individuo en primer lugar. Todas las investigaciones del mundo apoyarían la misma conclusión: no existe un hombre hecho por sí mismo. La existencia de un solo ser humano plantea la pregunta de cómo llegó a existir.
El acto de generar un ser humano requiere exactamente dos personas: el individuo considerado (en este caso, David) y también un segundo individuo. No cualquier otro individuo, sino uno cuyo sexo es opuesto al primero (llamémosla Daniela). Cuando los dos participan cooperativamente en el acto de generación y surge un tercero, entonces y sólo entonces, la pregunta de cómo David llegó a existir anteriormente encuentra su respuesta. La inteligibilidad de la existencia de cada persona (ya sea David, Daniela o su hijo) depende necesariamente de al menos otras dos personas. En realidad, son otras cuatro personas. Observe cómo la existencia de su hijo no puede entenderse sin David y Daniela.
Lo mismo ocurre con David y sus padres, a quienes no ha visto en tres años. Así que, en realidad, la experiencia de David de tener un hijo va de la mano con su experiencia de ser hijo de sus padres. Los lazos que unen no sólo unen a David con los demás, sino que lo mantienen unido como un ser coherente. Eliminar las consideraciones familiares es eliminar al individuo mismo. Es un paquete completo: David más su mamá, su papá, Daniela y su hijo. Por lo tanto, el individuo es ininteligible sin la familia.
El plan de Dios para el matrimonio y la vida familiar corresponde a los deseos más profundos de hombres y mujeres para la felicidad duradera y la alegría verdadera
Llamados a la Alegría del Amor, p. 5
Esta realidad puede parecer obvia, pero puede quedar oculta en un mundo donde los individuos seleccionan comunidades que reflejan sus preferencias o se aíslan por completo. Irónicamente, la familia convencional valora la elección individual de una manera que el individualismo radical no puede permitir. Una forma de ver el valor de una elección es mediante la importancia de su efecto. Por ejemplo, la elección de mudarse al otro lado del país es más importante que la elección de conducir al otro lado de la ciudad. La familia es el resultado de una elección más trascendental que cualquiera de las que afronta el individualista radical.
Aunque David no pudo elegir a sus padres y hermanos, su propia existencia es resultado del consentimiento mutuo de su madre y su padre de entrar en una unión de por vida en una sola carne. Este es el factor decisivo que hace el matrimonio. Las decisiones más profundas no las puede tomar un individuo solitario y autónomo. El máximo ejercicio de la verdadera libertad se da en la relación.
¿Pero qué pasa con las malas familias?
No todas las familias son tan idílicas como la de David. La familia inmediata puede carecer de una familia extensa cercana y de una comunidad de amigos, lo que contribuye a la soledad y el aislamiento. Uno de los cónyuges (más frecuentemente el esposo) podría abusar del otro. Los padres pueden provocar experiencias adversas en la infancia (EAI), dominar la vida de sus hijos u oscurecer su individualidad. ¿No debería la gente poder escapar de estas situaciones y encontrar consuelo en sus “familias encontradas”?
Por supuesto, nadie debería permanecer en un entorno peligroso, y podría ser dolorosamente necesario que los cónyuges o los hijos vivan separados de sus abusadores. Además, en una situación en que uno de los cónyuges ha sido obligado a contraer matrimonio, no ha tenido la libertad de dar el consentimiento que constituye el matrimonio, lo que probablemente significa que el matrimonio no era válido en primer lugar.
Sin embargo, existe una diferencia entre reconocer las fallas y las divisiones en una familia y borrarla por completo. Uno conduce a una mayor autocomprensión, a la posibilidad de sanar heridas personales y a relaciones más genuinas. El otro busca excluir un aspecto esencial de la identidad de una persona.
Para resumir, David debería llamar a su madre, ¡y usted también debería hacerlo!
